El día de hoy quiero compartir con ustedes mi pequeña reseña, de esta fascinante historia, que sin duda todos (O la mayoría) conocen desde la infancia.

Al comenzar a leer este libro tenía unas altas expectativas, ya que a sido muy elogiado por diversas generaciones durante años, debo destacar que jamás he visto la película animada de Disney (Aunque si la adaptación de Tim Burtom), y me esperaba algo similar a la trama de la película al leer el libro, pero no ha sido así.

Desde que comenzamos a leer el libro podemos seguir las aventuras de la pequeña Alicia, en un mundo totalmente disparatado, en donde encontramos personajes tan pero tan raros e ilógicos que llega a ser divertido (a mi criterio), La estructura de la obra es muy básica; está dividida en capítulos cortos siguiendo un orden cronológico que va desde la pequeña Alicia tomando sus lecciones de cada día, su paso por el país de las maravillas y su regreso. Me resulta muy complejo encontrar un tema principal para esta obra. Supongo que es una de esas tantas obras cuya interpretación queda abierta al criterio del lector. Se sabe que al principio Alicia fue pensado como un cuento infantil y eso podría explicar algunas cosas como los animales que hablan, las carreras para secarse, los gatos que se desvanecen en el aire y la reina con un carácter imposible. Viéndolo desde ese punto de vista tenemos una historia llena de contradicciones, sin sentido pero muy divertida, sin embargo, si nos ponemos a analizarla a detalle tenemos una historia compleja llena de crítica sobre lo absurdo y lo irracional que podía llegar a ser la sociedad de aquella época.

¿Recomiendo el libro? Por supuesto. Creo que todos deberíamos leer los clásicos infantiles al menos una vez ya de adultos y disfrutar de los matices que de niños no habíamos notado. Si te gustan los libros con giros retorcidos y sin sentido, con personajes carentes de lógica, entonces Alicia en el País de las Maravillas es un libro que no deberías dejar de leer.

¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?